Infinitas luces a millones de kilómetros de distancia,
parecen inalcanzables, tan lejanas pero tan hermosas a la vez y nadie les
presta atención.
Tal vez digan que es un defecto o algo por el estilo, pero
no puedo evitar hacerlo… Camino en la noche más tranquila de todas, camino en
la oscuridad y me guio solo por la luz de la luna, que me lleva hacia no sé dónde.
Me recuesto sobre el suave pasto y miro a las millones de luces que me hacen
acordar a un solo lugar, que es a donde quiero volver, a casa…
Paso horas viendo a las estrellas, mágicas con secretos e
historias , mostrándome que hay más allá de este mundo, hay más allá que solo
día y noche, con ellas puedo ver que hasta en la noche más oscura ellas
brillaran.
Extraño es el sentimiento que aparece al verlas, es el
sentimiento más impotente que eh tenido, ansiedad, necesidad, siento romper mi
corazón de nostalgia al verlas, tan lejos de mí, y yo tan lejos de casa. De mi
verdadera casa.
Siento que este mundo ya no es familiar, me asfixio, el aire
se me escapa, las lágrimas llegan a mis ojos, incontrolables, caen como
cascadas sobre mi rostro y las estrellas siguen ahí, y yo…y yo sigo fuera de
casa…
Y así
sigo, mirando a lo lejos a las estrellas, solo con mis sentimientos, solo con
mis lágrimas, veo lo que parece ser mi hogar, allá a lo lejos, muy muy lejos.
No puedo evitar sonreír después de todo, porque sé que algún día, cuando el
momento llegue, será tiempo de volver a casa…
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