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martes, 6 de octubre de 2015

Los ángeles también se enamoran

Todos se enamoran gracias a mí, todos dan su primer beso gracias a mí, todos aman y son amados gracias a mí, todos despiertan mirando el amanecer en los ojos de alguien más gracias a mí, todos son flechados gracias a mi…¿Pero y yo?
Soy un ángel, para ser más específicos soy el ángel que se encarga de que sonrías por alguien cada vez que lo o la recuerdes, soy el ángel que te hace quedarte en vela muchas noches con solo una persona dando vueltas en tu cabeza, soy ese ángel al cual a veces maldices por hacerte sufrir, pero que jamás agradeces por hacer que encuentre al o el indicado para vos… Ese soy yo… Mi nombre es Steffano, y soy un cupido...
Cierro la puerta de mi departamento y me abrocho mi campera de cuero para cubrirme de la lluvia, hoy me toca dirigirme a una disco, odio ese tipo de lugares, llenos de lujuria y envidia, llenos de cosas impuras, pero me entrenaron para eso, para hacer ver a los humanos que el amor, puede hallarse hasta en el lugar más inhóspito y frío de todos, el amor siempre está ahí… Palpitando, paciente y tranquilo como el agua pero explosivo y abrasador como el fuego. A pesar de todo yo estoy ahí, y el amor también, el amor esta en mi arco y en mis flechas y en este mismo momento lanzo mi primera flecha.
Es simple, la flecha golpea a un chico en este caso, él se queda petrificado, como si estuviese siendo reseteado, luego de eso sus ojos se centran en la chica a su izquierda… y ahí es cuando lanzo mi segunda flecha…
Ella siente el golpe, se tambalea hacia atrás unos pasos hasta que sus ojos vuelven a enfocarse y lo ven… A él… Mirándola, ambos se acercan, y aquí ocurre la mejor parte de todas. Sus manos dan el primer roce de piel con piel, y es ahí, en ese instante en el que el amor, las llamas, la pasión explotan, es ahí cuando la pieza faltante del rompecabezas es hallada y se completa, es ahí cuando ocurre el primer y más hermoso beso de todos, el del amor eterno… Es ahí cuando mi trabajo finaliza, y debo irme y seguir… seguir dando amor, a pesar de que nadie me lo de a mí.
Luego de haber concretado más de cuarenta y tres encuentros comienzo a volver a casa pero mis pensamientos siguen lejos, en todos los encuentros, recordándolos de tal manera como si yo fuese el protagonista de algo, pero la verdad es que no formo parte de esto, solo soy un observador, solo una sombra, solo una arquero con una puntería increíble, solo eso, solo hago que los encuentros se concreten, yo uno a las almas gemelas… Pero soy yo el que esta solo… Siempre solo…
Sigo caminando bajo las farolas de las calles y la lluvia moja mi cuerpo, siento una necesidad insoportable de desplegar mis alas y salir volando, de volver a casa, de dejar esto y ser como ellos, enamorarme, amar y ser amado…. ¿Por qué no puedo? ¿Acaso elegí esto? Los humanos se quejan de ser imperfectos… Pero… ¿Qué es más hermoso que la imperfección? ¿Qué más bello que esa media naranja te complete de tal forma que ambos formen uno? Pero nuevamente ese no es mi lugar en esta historia, yo debo estar solo…
Lentamente me quito mi ropa, miro mi reflejo en el espejo, típica silueta de un ángel, cuerpo musculoso y bronceado, ojos de un color aún no descubierto por los humanos, cabello de color oscuro, y lo más llamativo de todo… mis alas, blancas e iridiscentes, livianas como las mismas nubes pero fuertes como las armaduras de todos los ejércitos unidos. ¿Pero de qué sirve todo esto si estoy solo?   
No es justo, no debería ser así, ¿Cuál es el objetivo de todo esto? Si el amor es para todos, entonces ¿Por qué yo no puedo enamorarme, porque yo no puedo ser feliz como ellos? Yo también quiero amar y ser amado, yo necesito eso, yo más que nadie se merece algo tan bello y único como el amor. Pero yo soy el menos indicado en pedir algo así, yo solo debo agarrar mi arco y disparar, disparar y seguir disparando…. Yo soy el que enlaza las dos puntas, pero yo no puedo ser amado. Estoy cansado de esto.
Esto es injusticia, ¿De que sirve levantarse todos los días si no tienes a alguien que te sonría en el otro lado de la cama? ¿De que sirve ver el sol si no tienes a esa persona que tiene la capacidad de brillar aún más? ¿De sirve caminar en la noche si no está ella para besarte bajo una lámpara hasta que tu cabeza vuele y tus labios se hinchen? ¿De sirve plantar rosas si no tengo a quien regalarlas? ¿De que sirve brindar si no tengo con quien chocar mi copa? ¿De que sirve disparar una flecha si nadie va a disparar una en tu dirección? ¿De que sirve sentir si nadie siente lo que yo siento? ¿De sirve sonreír si nadie sonríe por mí? ¿De que sirve acostarse si nadie va a estar ahí para abrasarte en las noches? ¿De que sirve despertar si nadie va a estar ahí para decirte  “Buenos días”? ¿De que sirve respirar si nadie va a darte respiración boca a boca cuando te ahogues? ¿De que sirve saltar al abismo más oscuro si nadie va a hacerlo por vos? ¿De que sirve cada pequeño detalle de nuestras vidas si no puedo compartirlos con nadie en este mundo? ¿De que sirven estas alas si no puedo volar con nadie más que con mi conciencia? ¿De que sirve amar si nadie me ama? ¿De que sirve estar vivo si nadie vive por mí?… Esto es todo, quiero que todo se acabe…
Tomo una de mis flechas y luego de tres respiraciones profundas lo hago, esto es por lo que todos piden y rezan cada noche, esto es por lo que todos sufren, esto es por lo que todos son felices, esto es por lo que cada cantante compone sus canciones, esto es por lo que cada poeta escribe sus versos, esto es todo lo que quiero pero es lo único que no puedo tener. Entierro la flecha en mi corazón, solo pensando en eso que se me es imposible de alcanzar… el amor…

-Despierta, por favor despierta…
Abro mis ojos lentamente, y veo unos bucles rubios abanicándome las mejillas, mi vista se aclara y veo… veo los ojos más hermosos de todos, unos labios carnosos, unas pestañas gruesas, unos… Wao… Una sonrisa que…. Me quita el aire de mis pulmones, sobre sus cachetes se forman unos pequeños hoyuelos, su rostro es perfecto…
-Por favor dime que estas bien. Encontré la puerta de tu departamento abierta y cuando me asome estabas tirado en el suelo, fue ahí cuando me asuste. Dice ella ayudándome a recostarme.
- Estoy… Bien creo… pero, ¿Qué pasó? Digo al tiempo que me agarro la cabeza.
-No lo sé, solo te encontré aquí tirado, déjame traerte algo de agua. Por cierto mi nombre es Clara.
-Steffano.
Ella se va a la cocina y mis recuerdo comienzan a llegar rápidamente, lo recuerdo… la flecha, pero aún estoy en este mundo, aun no me fui… ¿Qué me…
Siento un golpe en mi pecho, algo que nunca antes sentí, un calor extraño me recorre desde los pies hasta mi cabeza, me mareo por un momento hasta que recobro el equilibrio pero que el calor y esa extraña sensación siguen ahí…
-Espero que no te moles… Dice Clara. Pero algo la hace detenerse, ella no lo ve pero yo sí.
Una flecha atraviesa su cuerpo y la envía varios pasos adelante, suficientes para que choque contra mi pecho desnudo…. Una flecha… Es imposible…
Es ahí, el primer contacto, como siempre lo fue, nuestras almas se sellan, nuestro destino se une, tal y como lo he visto por más de mil veces, el primer toque. Clara eleva su mirada hacia mis ojos y ahí caigo, caigo en su mirada, caigo en la forma que ella quiera. El calor de mi cuerpo se intensifica de una manera sobrehumana, siento una necesidad increíble de besarla, de sostenerla en mis brazos, pero de algo más, siento la necesidad de ser todo para ella, de quererla ahora y por siempre por lo que verdaderamente es, mi todo, siento que debo protegerla de cualquier peligro, siento su corazón palpitar en mi pecho junto al mío, siento su esencia, su alma… Siento que ella es mía, y yo soy suyo… Para siempre.
-Clara. Digo pero ella me calla de una manera que me gusta mucho.
Me besa de una manera… no hay palabras para describirla, la abraso sin despegar nuestros labios… La beso por ser la primera vez pero también la beso como si esta podría llegar a ser la última. Esto es lo que los humanos sienten, esto es por lo que se vuelven locos, ahora los entiendo, esto es amar y ser amado, esto es único, no lo cambiaría por nada. Esto es lo que tanto quise, y ahora lo tengo.
Alejo un poco mi rostro del suyo y Clara dice:
-Steffano, eres… eres… No sé qué decir, siento algo extraño…
- Creo que sé muy bien lo que es. Digo antes de volver a besarla.
Pero antes de hacerlo, mi mirada se encuentra con algo en la entrada de mi casa, una pequeña niña con un vestido blanco sosteniendo un arco y en su espalda unas alas blancas como las que yo tenía, ella sonríe y se aleja.
-¿Qué ves? Dice Clara. Pero amablemente tomo su rostro y lo pongo frente al mío.
-Nada, solo no te vayas de aquí nena.
-No me iré a ningún lado. Dice ella mientras me acaricia el contorno de mi mandíbula.
Ambos sonreímos, ambos acercamos nuestras bocas, ambos nos besamos…Y así es como ambos, por acción del destino, terminamos juntos… 

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