Todos se enamoran gracias a mí, todos dan su primer beso
gracias a mí, todos aman y son amados gracias a mí, todos despiertan mirando el
amanecer en los ojos de alguien más gracias a mí, todos son flechados gracias a
mi…¿Pero y yo?
Soy un ángel, para ser más específicos soy el ángel que se
encarga de que sonrías por alguien cada vez que lo o la recuerdes, soy el ángel
que te hace quedarte en vela muchas noches con solo una persona dando vueltas
en tu cabeza, soy ese ángel al cual a veces maldices por hacerte sufrir, pero
que jamás agradeces por hacer que encuentre al o el indicado para vos… Ese soy
yo… Mi nombre es Steffano, y soy un cupido...
Cierro la puerta de mi departamento y me abrocho mi campera
de cuero para cubrirme de la lluvia, hoy me toca dirigirme a una disco, odio
ese tipo de lugares, llenos de lujuria y envidia, llenos de cosas impuras, pero
me entrenaron para eso, para hacer ver a los humanos que el amor, puede
hallarse hasta en el lugar más inhóspito y frío de todos, el amor siempre está
ahí… Palpitando, paciente y tranquilo como el agua pero explosivo y abrasador
como el fuego. A pesar de todo yo estoy ahí, y el amor también, el amor esta en
mi arco y en mis flechas y en este mismo momento lanzo mi primera flecha.
Es simple, la flecha golpea a un chico en este caso, él se
queda petrificado, como si estuviese siendo reseteado, luego de eso sus ojos se
centran en la chica a su izquierda… y ahí es cuando lanzo mi segunda flecha…
Ella siente el golpe, se tambalea hacia atrás unos pasos
hasta que sus ojos vuelven a enfocarse y lo ven… A él… Mirándola, ambos se
acercan, y aquí ocurre la mejor parte de todas. Sus manos dan el primer roce de
piel con piel, y es ahí, en ese instante en el que el amor, las llamas, la
pasión explotan, es ahí cuando la pieza faltante del rompecabezas es hallada y
se completa, es ahí cuando ocurre el primer y más hermoso beso de todos, el del
amor eterno… Es ahí cuando mi trabajo finaliza, y debo irme y seguir… seguir
dando amor, a pesar de que nadie me lo de a mí.
Luego de haber concretado más de cuarenta y tres encuentros
comienzo a volver a casa pero mis pensamientos siguen lejos, en todos los
encuentros, recordándolos de tal manera como si yo fuese el protagonista de
algo, pero la verdad es que no formo parte de esto, solo soy un observador,
solo una sombra, solo una arquero con una puntería increíble, solo eso, solo
hago que los encuentros se concreten, yo uno a las almas gemelas… Pero soy yo
el que esta solo… Siempre solo…
Sigo caminando bajo las farolas de las calles y la lluvia
moja mi cuerpo, siento una necesidad insoportable de desplegar mis alas y salir
volando, de volver a casa, de dejar esto y ser como ellos, enamorarme, amar y
ser amado…. ¿Por qué no puedo? ¿Acaso elegí esto? Los humanos se quejan de ser
imperfectos… Pero… ¿Qué es más hermoso que la imperfección? ¿Qué más bello que
esa media naranja te complete de tal forma que ambos formen uno? Pero
nuevamente ese no es mi lugar en esta historia, yo debo estar solo…
Lentamente me quito mi ropa, miro mi reflejo en el espejo,
típica silueta de un ángel, cuerpo musculoso y bronceado, ojos de un color aún
no descubierto por los humanos, cabello de color oscuro, y lo más llamativo de
todo… mis alas, blancas e iridiscentes, livianas como las mismas nubes pero
fuertes como las armaduras de todos los ejércitos unidos. ¿Pero de qué sirve
todo esto si estoy solo?
No es justo, no debería ser así, ¿Cuál es el objetivo de
todo esto? Si el amor es para todos, entonces ¿Por qué yo no puedo enamorarme,
porque yo no puedo ser feliz como ellos? Yo también quiero amar y ser amado, yo
necesito eso, yo más que nadie se merece algo tan bello y único como el amor.
Pero yo soy el menos indicado en pedir algo así, yo solo debo agarrar mi arco y
disparar, disparar y seguir disparando…. Yo soy el que enlaza las dos puntas,
pero yo no puedo ser amado. Estoy cansado de esto.
Esto es injusticia, ¿De que sirve levantarse todos los días
si no tienes a alguien que te sonría en el otro lado de la cama? ¿De que sirve
ver el sol si no tienes a esa persona que tiene la capacidad de brillar aún más?
¿De sirve caminar en la noche si no está ella para besarte bajo una lámpara
hasta que tu cabeza vuele y tus labios se hinchen? ¿De sirve plantar rosas si
no tengo a quien regalarlas? ¿De que sirve brindar si no tengo con quien chocar
mi copa? ¿De que sirve disparar una flecha si nadie va a disparar una en tu
dirección? ¿De que sirve sentir si nadie siente lo que yo siento? ¿De sirve
sonreír si nadie sonríe por mí? ¿De que sirve acostarse si nadie va a estar ahí
para abrasarte en las noches? ¿De que sirve despertar si nadie va a estar ahí
para decirte “Buenos días”? ¿De que
sirve respirar si nadie va a darte respiración boca a boca cuando te ahogues? ¿De
que sirve saltar al abismo más oscuro si nadie va a hacerlo por vos? ¿De que
sirve cada pequeño detalle de nuestras vidas si no puedo compartirlos con nadie
en este mundo? ¿De que sirven estas alas si no puedo volar con nadie más que
con mi conciencia? ¿De que sirve amar si nadie me ama? ¿De que sirve estar vivo
si nadie vive por mí?… Esto es todo, quiero que todo se acabe…
Tomo una de mis flechas y luego de tres respiraciones
profundas lo hago, esto es por lo que todos piden y rezan cada noche, esto es
por lo que todos sufren, esto es por lo que todos son felices, esto es por lo
que cada cantante compone sus canciones, esto es por lo que cada poeta escribe
sus versos, esto es todo lo que quiero pero es lo único que no puedo tener.
Entierro la flecha en mi corazón, solo pensando en eso que se me es imposible de
alcanzar… el amor…
-Despierta, por favor despierta…
Abro mis ojos lentamente, y veo unos bucles rubios
abanicándome las mejillas, mi vista se aclara y veo… veo los ojos más hermosos
de todos, unos labios carnosos, unas pestañas gruesas, unos… Wao… Una sonrisa
que…. Me quita el aire de mis pulmones, sobre sus cachetes se forman unos
pequeños hoyuelos, su rostro es perfecto…
-Por favor dime que estas bien. Encontré la puerta de tu
departamento abierta y cuando me asome estabas tirado en el suelo, fue ahí cuando
me asuste. Dice ella ayudándome a recostarme.
- Estoy… Bien creo… pero, ¿Qué pasó? Digo al tiempo que me
agarro la cabeza.
-No lo sé, solo te encontré aquí tirado, déjame traerte algo
de agua. Por cierto mi nombre es Clara.
-Steffano.
Ella se va a la cocina y mis recuerdo comienzan a llegar
rápidamente, lo recuerdo… la flecha, pero aún estoy en este mundo, aun no me
fui… ¿Qué me…
Siento un golpe en mi pecho, algo que nunca antes sentí, un
calor extraño me recorre desde los pies hasta mi cabeza, me mareo por un
momento hasta que recobro el equilibrio pero que el calor y esa extraña
sensación siguen ahí…
-Espero que no te moles… Dice Clara. Pero algo la hace
detenerse, ella no lo ve pero yo sí.
Una flecha atraviesa su cuerpo y la envía varios pasos adelante,
suficientes para que choque contra mi pecho desnudo…. Una flecha… Es imposible…
Es ahí, el primer contacto, como siempre lo fue, nuestras
almas se sellan, nuestro destino se une, tal y como lo he visto por más de mil
veces, el primer toque. Clara eleva su mirada hacia mis ojos y ahí caigo, caigo
en su mirada, caigo en la forma que ella quiera. El calor de mi cuerpo se
intensifica de una manera sobrehumana, siento una necesidad increíble de
besarla, de sostenerla en mis brazos, pero de algo más, siento la necesidad de
ser todo para ella, de quererla ahora y por siempre por lo que verdaderamente
es, mi todo, siento que debo protegerla de cualquier peligro, siento su corazón
palpitar en mi pecho junto al mío, siento su esencia, su alma… Siento que ella
es mía, y yo soy suyo… Para siempre.
-Clara. Digo pero ella me calla de una manera que me gusta
mucho.
Me besa de una manera… no hay palabras para describirla, la
abraso sin despegar nuestros labios… La beso por ser la primera vez pero
también la beso como si esta podría llegar a ser la última. Esto es lo que los
humanos sienten, esto es por lo que se vuelven locos, ahora los entiendo, esto
es amar y ser amado, esto es único, no lo cambiaría por nada. Esto es lo que
tanto quise, y ahora lo tengo.
Alejo un poco mi rostro del suyo y Clara dice:
-Steffano, eres… eres… No sé qué decir, siento algo extraño…
- Creo que sé muy bien lo que es. Digo antes de volver a
besarla.
Pero antes de hacerlo, mi mirada se encuentra con algo en la
entrada de mi casa, una pequeña niña con un vestido blanco sosteniendo un arco
y en su espalda unas alas blancas como las que yo tenía, ella sonríe y se
aleja.
-¿Qué ves? Dice Clara. Pero amablemente tomo su rostro y lo
pongo frente al mío.
-Nada, solo no te vayas de aquí nena.
-No me iré a ningún lado. Dice ella mientras me acaricia el
contorno de mi mandíbula.
Ambos sonreímos, ambos acercamos nuestras bocas, ambos nos
besamos…Y así es como ambos, por acción del destino, terminamos juntos…
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